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Los inviernos pueden ser muy fríos, con una temperatura mínima que se acerca a los - 20 °C en la parte más septentrional del país.Las temperaturas en invierno son altas a lo largo de la costa sur y considerablemente bajas en el interior montañoso. Prendas para abrigar y calefacción comienzan a hacerse comunes en estos meses.Las Nevadas inician hasta mediados de Diciembre.
Blood Dusk Rebirth is licensed under a Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional License
Agradecemos a Samsara de Rinne:Last Chronicles por ayudarnos con el diseño, todo él corre a cargo de ella.Gracias también a los maravillosos tutoriales de Ayuda a Foroactivo, como también a tumblr y deviantART por las imágenes que ofrecemos. El coloring oficial presentado es de Evey!, por ello también le agradecemos.
La mayoría de ideas son originales de cada líder para su raza, exceptuando algunos casos en los que se consultaron libros o sagas, cualquier crédito irá debidamente colocado en los documentos pertinentes.
[Ambientación] Birds always come back to home.
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[Ambientación] Birds always come back to home.
En ese momento Dennis se encontraba en casa completamente solo, bebiendo té de cedrón con menta y mordiendo una galleta de avena con chocolate cada cierto tiempo, disfrutando el suave viento que refrescaba su rostro mientras dejaba que el cálido sol de verano calentara su piel. Miraba con atención las aves que pasaban sobre su cabeza, escuchaba el movimiento de las hojas de los árboles, el correr de los animales parecía que lo alertaba de algo. – “Lluvia de verano.” – Suspiró pesadamente, tomó unos segundos más para llevar las cosas dentro, pues vivía solo con su hija, tal vez uno que otro seguridad de la mansión se aparecía delante de él para informarle sobre cosas sin importancia como encontrar una rata muerta en el patio o que un pájaro hizo un nido en un árbol dentro de la propiedad, no obstante a veces daban noticias muy importantes como aquella vez.
-“Señor O’Neil, lamento mi presencia frente a usted, pero debo darle una noticia importante.” – El seguridad que quizás media algo de 2.20m, hablaba fuerte y claro como un robot, mientras el doctor miraba aún por la ventana observando como las gotas de agua caían, bebiendo otra taza de té al parecer no le prestaba atención a lo que el hombre decía. – “Señor sus padres vendrán esta noche, se quedarán un par de días antes de partir a Taipéi, la señora tiene una reunión con el presidente en ese lugar y su padre con los gerentes de una compañía… ¿señor? ¿Señora, a dónde va?”
Dijo el asustado seguridad cuando vio a su señor saliendo de la habitación, caminando bajo el fresco mando de agua. Dennis hizo una seña para que dejara de seguirlo y prosiguió su camino había el bosque, poco después se recostó bajo un árbol, quizás llevando en la cabeza algo que no lo dejaba pensar con rapidez. Empuñó las manos antes de golpear con furia el suelo y dar un fuerte grito resultado de la rabia que llevaba dentro. – “!Soy un estúpido!” – Inconscientemente levitó las rocas que tenía a su alrededor para luego estrellarlas unas con otras, destrozándola de inmediato.
Yacían dos personas elegantemente vestidas y sobretodo aburridas en el frontis de aquella gigante hacienda al tan finísimo estilo italiano en tan estrellada noche fresca de verano tras una lluvia torrencial. A lo lejos se escuchaban el pasar de unos automóviles sobre las carreteras mojadas pero sabían que sus visitas no iban aparecerse tan rápido. Raphael respiraba hondo mientras cerraba los ojos y escuchaba los constantes sonidos de los tacones de su hija daba al caminar de un lado al otro por el piso de mármol.
-“Tranquila… por más pasos que des ellos no vendrán más rápido.” – A los pocos momentos de decir estos los grandes portones de fierro de color blanco se abrieron para que dieran paso al una limosina muy brillante. – “Prepárate ahí vienen…”
-“Señor O’Neil, lamento mi presencia frente a usted, pero debo darle una noticia importante.” – El seguridad que quizás media algo de 2.20m, hablaba fuerte y claro como un robot, mientras el doctor miraba aún por la ventana observando como las gotas de agua caían, bebiendo otra taza de té al parecer no le prestaba atención a lo que el hombre decía. – “Señor sus padres vendrán esta noche, se quedarán un par de días antes de partir a Taipéi, la señora tiene una reunión con el presidente en ese lugar y su padre con los gerentes de una compañía… ¿señor? ¿Señora, a dónde va?”
Dijo el asustado seguridad cuando vio a su señor saliendo de la habitación, caminando bajo el fresco mando de agua. Dennis hizo una seña para que dejara de seguirlo y prosiguió su camino había el bosque, poco después se recostó bajo un árbol, quizás llevando en la cabeza algo que no lo dejaba pensar con rapidez. Empuñó las manos antes de golpear con furia el suelo y dar un fuerte grito resultado de la rabia que llevaba dentro. – “!Soy un estúpido!” – Inconscientemente levitó las rocas que tenía a su alrededor para luego estrellarlas unas con otras, destrozándola de inmediato.
- FLASHBACK:
-“Lamentamos la pérdida de tu abuela, Dennis. Mi más sentido pésame para ti y tu hija.” – Una voz amiga dijo mientras quitaba la mano del hombro del muchacho. - “Si me necesitas, llámame. Te ayudaré en todo lo posible. Hasta luego.”
Cada uno de sus pocos amigos se iban despidiendo de los únicos dos deudos de la señora Victoria O’Neil. Finalmente, quedaron absolutamente solos protegidos por la carpa de la fría lluvia más no del viento congelante. – “Papi, ¿en dónde está mamá Victoria?” – Preguntó la pequeña inocentemente mientras se acurrucaba entre los brazos de su progenitor. – “¿Volveré a verla?”- El ángel no pudo articular alguna palabra al ver el rostro de su hija y se limitó a soltar algunas lágrimas. – “Appa, ¿estás bien? ¿Te duele la pancita?” – La pequeña limpió aquellas lágrimas con las yemas de sus dedos. – “No llores, tranquilo, tranquilo, ya pasará. Ahora yo estoy aquí para cuidarte.” - La infante decía las exactas palabras que él utilizaba para calmarla estaba enferma o se lastimaba. El joven padre sonrió ante sus palabras y cuidados de su hija para luego ladear la cabeza levemente secándose los restos que las lágrimas habían dejado por su mejilla.
-“Si amor, me duele la pancita… será mejor que nos vayamos, ¿si? Appa no se siente muy bien ahora.” – Tomó a su hija en brazos asegurándose que el paraguas negro cubriera a los dos. Caminaba con cuidado por los escalones hacia la salida del cementerio, estaba dispuesto a tomar el autobús cuando unos hombres vestidos con trajes negros los interceptaran. El joven sabía muy bien quienes eran y qué querían, otras veces se hubiera negado totalmente al trato de estos y más aún estando con Sunny en brazos, pero esa vez no tuvo ni siquiera para asentir. Uno de los gorilas le arrebató a su pequeña de sus brazos mientras el otro lo llevaba a empujones a una limosina, escuchó el llorar de su pequeña y fue cuando por fin reaccionó para darle semejante golpe en la cara hombre gigante quitándosela. – “!No la vuelvas a tocar de esa manera con tus sucias manos o mis padres tendrán que buscar a otro gorila! ¡¿Entendiste?!” – La arrullaba con amor entre sus brazos para callarla, logrando que se durmiera en el trayecto, junto a ella cerró los ojos quedándose profundamente dormido.
-“Señor, señor… lamento despertarlo pero hemos llegado.” – El joven bajó con la pequeña aun dormida en sus cálidos brazos, negando toda ayuda que le ofrecían al ingresar en la casa.- “Señorito Dennis encantado de verlo de nuevo en casa, sus padres los esperan en el comedor principal, por favor acompáñeme.” – Dijo el viejo mayordomo el cual conocía muy bien al joven, incluso desde de su nacimiento. A los segundos, habían llegado a su destino fue donde Dennis se quedó de pie frente al inmenso portón de la sala. – “Tranquilo, ellos están tan nerviosos como tu y han deseado que este momento llegará desde hace mucho tiempo.” – El viejo dio la orden para que abrieran las puertas y tras ellas se encontraban dos elegantes señores de espaldas mirando atentamente hacía la ventana. – “Señores O’Neil… el joven Dennis ha vuelto.” – Los señores voltearon rápidamente a verlo corriendo sutilmente veloz hacía él, querían abrazarlo empero Dennis llevaba a su pequeña en brazos lo cual dificultaba el contacto.
-“¿E-ella es… mi nieta?” – Dijo la señora queriendo tomarla entre sus brazos. – “¿Puedo?” – El joven asintió levemente y dejó que su madre tomara a la pequeña, al a cual llevó a un lado a una cama cercana a ellos, la recostó boca arriba para poder verla con detalle, delineando su frágil rostro. – “Es hermosa…” – Dijo la mujer antes de volver con su hijo y su marido, una vez ahí lo tomó entre sus finos dedos el rostro de su retoño. – “En tu rostro ya no veo más el niño aniñado que estaba alguna vez solo en su habitación.”
-“Eres ahora todo un hombre de familia con unas fuertes bases y principios que ha luchado por su familia… lamento el descenso de tu abuela, hijo.” – El señor terminó la frase de su esposa al mismo tiempo que está abrazará a su retoño. – “Bienvenido a casa, Dennis.”
La cena transcurría con normalidad quizás Dennis hablaba o no quizás no mucho, realmente no lo recuerda, pero lo que si recordaba muy bien fue el paseo que le dieron sus progenitores por la gran casa aquella. Era más que gigante, 16 habitaciones, 18 baños, canchas de deportes, piscina al campo libre y otra subterránea, en fin, él estaba más que maravillado con todo lo que sus ojos podían captar, fue más su maravilla cuando escuchaba las historias que contaban sus padres sobre todas las cosas que contaban sobre ese lugar. Por último, llegaron a donde había comenzado el recorrido, él fue a ver a su hija que aún seguía durmiendo para después ir a la mesa a seguir acompañando a sus padres en la velada. En seguida los sirvientes trajeron el té para ellos con algunas galletas para que los señores comieran el postre.
-“Dennis, nosotros nos encontrábamos en Corea del Sur desde mucho antes que esto pasará y lo hicimos porque queríamos darte un regalo…”
-“Esta casa, lo sé.” – Puedo saberlo al instante pues usó sus poderes angelicales sobre ellos en ese momento. – “No la quiero, gracias por su intención pero no la recibiré.” – Se levantó dispuesto levantar a su hija.
-“Escúchanos por una vez… por favor.” – La suave voz de su madre lo detuvo, vaya que en verdad extrañaba esa dulce voz que lo arrullaba de niño, obedeció de inmediato y volvió a su lugar para atender con suma atención a los presentes. – “Construimos esta pequeña morada para que tu abuela, la pequeña Sunny y tu la habitaran…”
-“!Pero no lo necesito!” – Dijo con exaltación Dennis cruzando los brazos y mirar hacia otro lado con un notorio semblante de molestia en el rostro.
-“Nosotros sentimos que por largos años no les hemos dado las comodidades que ustedes necesitan… ahora no eres solo, tienes a la pequeña Sunny y necesitan un hogar, además…” – Dante aspiraba de su pipa recién encendida. – “Esa casa será demolida y lo sabes, no han pagado la cuenta en años, deben todo desde hace muchos años, pues al tener a la niña ya no alcanzaba para los otros gastos o ¿me equivoco?” – El joven pasó saliva pesadamente pues todo lo que decía su padre era correcto y es más ahora pensaba en qué y cómo iba a comer mañana pues que no tenía ni un penique por los gastos del sepelio. – “Te daré la casa pero tu tendrás que mantenerla, no hay diferencia, solo que trabajarás para mí… te ocuparás de los negocios nocturnos de este lado del continente y quizás parte de Europa. No lo harás gratis, te pagaré, así que míralo como un ingreso extra y podrás hacer tus actividades de enfermero. Así también, podrás dejar a la niña al cuidado de alguien y en un lugar seguro... ver dormir a mi hijo en un parque con su pequeña en brazos… supongo que abrió mi corazón.”
Dennis no dijo nada al principio, se levantó y caminó hacía su hija a verla dormir tan plácidamente sobre esa cama, con sábanas de seda, almohadas de plumas, nada parecido a cómo llevaban pasando las noches, en una fría banca de un parque cualquiera o en el sofá de un amigo X. Realmente lo pensó muchas veces, dándole vueltas a la idea una y otra vez, no quería volver a la antigua vida dura pero primero debía pensar en el bienestar de la menor, no quería que ella sufriese o pasase por momentos difíciles. Sin embargo sabía muy bien que él no podía darle una vida que se merecía por lo cual tomó una decisión final que le dolió en parte pues volvió en parte a donde no quería. – “No quiero sirvientes, ni seguridad que nos acompañen a todos lados cuidándonos que se limiten a la casa y que hagan todo lo posible para que Sunny no los vea. Tampoco quiero cámaras, micrófonos escondidos o espías entre la casa vigilándonos… si veo aquello me iré de inmediato, ¿de acuerdo?... papá…” – Dijo lo último con algo de pesar siento abrazado por su madre era algo a lo cual el anhelaba en demasía durante todo el tiempo que estuvo fuera de casa, la rodeó con sus largos brazos pegándola a su pecho, de un momento a otro sintió mojado su una parte de su traje, su madre lloraba, miró de soslayo a su padre y también lo hacía. Unas lágrimas nuevamente caminaron cuesta abajo por sus mejillas, no sabía si lloraba por la muerte de su amada abuela o porque hacia demasiado tiempo que no los veía y sentía esa necesidad, después de todo tuvo que separarse de lo que más amaba para hacer propia su vida como ángel.
-“Appa, ¿dónde estás?” – La pequeña despertó de su plácido sueño llamando a su padre quien fue raudamente a verla, la cargó y sonrió plenamente. – “Appa, ¿Quiénes son ellos? ¿En dónde estamos?” – Sunny observaba con curiosidad el lugar y más aún a los dos desconocidos por ella, mientras su padre arreglaba sus ropas.
-“Ven amor… quiero que conozcas a unas personas muy importantes, necesito que te comportes bonito y los quieras mucho, mucho, ¿si?” – Tomó la mano de la menor llevándola frente a los mayores con una gran sonrisa esbozada en sus labios. – “Sunny, mi vida… te presento Dante y tu Danielle… tus abuelos.” – Los mayores se acercaron a ella para mimarla y esta al principio tenía miedo ocultándose detrás de una de las piernas de su progenitor pero fue perdiendo el miedo poco a poco yendo por sí misma hacia ellos. – “No te preocupes, amor… estamos en casa.”
Yacían dos personas elegantemente vestidas y sobretodo aburridas en el frontis de aquella gigante hacienda al tan finísimo estilo italiano en tan estrellada noche fresca de verano tras una lluvia torrencial. A lo lejos se escuchaban el pasar de unos automóviles sobre las carreteras mojadas pero sabían que sus visitas no iban aparecerse tan rápido. Raphael respiraba hondo mientras cerraba los ojos y escuchaba los constantes sonidos de los tacones de su hija daba al caminar de un lado al otro por el piso de mármol.
-“Tranquila… por más pasos que des ellos no vendrán más rápido.” – A los pocos momentos de decir estos los grandes portones de fierro de color blanco se abrieron para que dieran paso al una limosina muy brillante. – “Prepárate ahí vienen…”
- Hacienda:
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Dom Abr 26, 2015 3:41 pm por Blood Dusk
» Gizem - afiliación normal
Dom Abr 26, 2015 3:37 pm por Blood Dusk
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Vie Ene 10, 2014 8:11 pm por Blood Dusk
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Vie Ene 10, 2014 8:10 pm por Blood Dusk
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Dom Dic 29, 2013 3:39 pm por Yura
» Tribu | Camada de Fernis | No lamas tus heridas.
Vie Dic 27, 2013 12:16 am por Blood Dusk
» ► First Step {Asian Idols RPG} ▬ Élite
Vie Dic 20, 2013 2:10 pm por Blood Dusk
» AFILIACIONES NORMALES [Coloca tu tablilla aquí]
Vie Dic 20, 2013 2:09 pm por Blood Dusk